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Los técnicos serios no duran mucho en Patriotas
A pesar de haber hecho una campaña más que decorosa, y de cambiar notablemente el funcionamiento del equipo, se ha conocido hoy que Arturo Boyacá no seguirá al mando en la segunda mitad del año.
En medios nacionales se ha dado a entender que su salida se había pactado con anterioridad pero lo cierto es que la relación con los directivos ya era muy lejana desde un par de meses atrás, esto desde el momento que el propietario Cesar Guzmán enviara “consejos” sobre la alineación de algunos jugadores que finalmente el técnico bogotano desatendió.
Para la hinchada es claro ya que el equipo está montado para mostrar jugadores más que para competir, ha sido así desde que se fue Julio Comesaña (también intempestivamente y por desacuerdos con los directivos). A partir de allí se han visto nóminas de jóvenes para mostrar, promocionar y vender pero ninguna contratación de renombre.
Rivera y Corredor lograron con poco mantenerse en zona media de la tabla peleando clasificaciones, pero luego ya eso tampoco importó y vinieron Nelson Gómez y Juan David Niño, sin experiencia y sin el peso necesario para exigir buenas nóminas, acá se incluye también al técnico español Segovia que paso brevemente por el banco rojo.
En algún momento del año anterior llegó Jorge Luis Bernal, un técnico de recorrido que también mostraba buenas cosas, pero que tampoco estuvo de acuerdo con los directivos y se fue muy pronto.
Y ahora Boyacá, que no lo hacía mal con tan poco, se marcha dejando pendiente la tarea de mantener la categoría. Ya no tarda el comunicado señalando que su salida de debe al “emprendimiento de nuevos retos personales”, diciendo que el Club “le desea lo mejor”, etc. Todo para hacer ver que es cosa de los entrenadores, pero finalmente son formalidades a las que ya estamos acostumbrados, porque acá todo importa menos el fútbol y la dignidad de una escuadra.
Unos pocos jóvenes jugadores que han pasado por Patriotas hoy están en Junior, Millonarios, Nacional, Tolima y hasta en el exterior; están muy bien ellos, así como los bolsillos del señor Guzmán, mientras que el equipo está en los últimos lugares mancillando el honor del departamento que no debería estar metiéndole publicidad ni de la lotería ni la licorera a tremendos papelones.
Ahora habrá que esperar quien llega, tal vez otro técnico de renombre, lo que se dará por un semestre o un par de meses mientras se le entrometen en la pizarra al DT, o tal vez un técnico joven empeñado en dirigir que se someterá y agachará la cabeza, y todo esto ocurrirá mientras el rojo se juega el descenso. Esperemos…
